Si estás pensando en cambiar el aspecto de tu nariz, seguro que llegarás a la cuestión sobre las diferencias entre rinoplastia ultrasónica y tradicional, por lo que tienes que valorar ambas opciones para saber cuál es la más idónea para satisfacer tus necesidades.
La rinoplastia ultrasónica es una técnica innovadora que ha llegado para revolucionar el sector por sus grandes beneficios en determinados escenarios en los que la rinoplastia convencional no consigue los efectos más deseados. Por tanto, antes de profundizar en el tema, conviene tener en cuenta que son métodos complementarios.
Índice
Antes de nada, queremos analizar en qué consiste una rinoplastia ultrasónica, ya que se trata de un procedimiento novedoso y revolucionario por las grandes ventajas respecto a los tratamientos convencionales.
Destaca, principalmente, por una fractura del hueso de un modo más preciso e indoloro que la que se realiza en las prácticas anteriores.
La intervención suele durar unos 90 minutos con anestesia general. Al acabar este procedimiento, el paciente tiene que llevar tapones unos dos días y una férula nasal entre 5 y 8 días.
Los tapones son un elemento común con la técnica convencional, que genera cierta incomodidad pero no es nada doloroso.
Se puede decir que la rinoplastia ultrasónica es muy similar que la tradicional, cambiando tan sólo el momento de la fractura del hueso y en la eliminación o reducción de la giba dorsal, así como en las herramientas que se emplean para cumplir con este objetivo.
La más emblemática es el piezotomo ultrasónico, que es un instrumento que realiza el corte del hueso a través de ultrasonidos de un modo selectivo, ya que sólo corta hueso sin hacer daño a las partes y los tejidos blandos adyacentes.
A la hora de analizar las diferencias entre rinoplastia ultrasónica y tradicional, debemos decir que lo más importante es la precisión: la primera técnica permite al cirujano mantener un control total de la cantidad de hueso que se lima y del lugar por el que se cortará posteriormente.
En una rinoplastia convencional, el limado del exceso de hueso de la giba se realizaba con unas limas de diamante que, aunque eran muy precisas, dañaban los cartílagos del dorso de la nariz, lo que generaba, en muchas ocasiones, adherencias, depresiones e irregularidades, por muy bien que se realizase.
La precisión en la rinoplastia ultrasónica, en cambio, es total, ya que el limado del dorso óseo se realiza micra a micra, sin dañar en ningún momento los cartílagos, una cuestión muy importante puesto que en esa parte se encuentra la válvula nasal interna y conviene preservarla correctamente.
Otra de las claves para entender los beneficios de la técnica ultrasónica es que la fractura que se aplica en el hueso está controlada por completo: en la rinoplastia que conocemos desde siempre, se rompen los huesos a través de un cincel específico, de 2 mm, que controla esta fractura. No obstante, en ocasiones, la línea discurre por donde no deseamos. Estos escenarios, en la rinoplastia ultrasónica, no son posibles con el piezotomo que se emplea en la rinoplastia ultrasónica.
Otro de los momentos en los que se nota una considerable diferencia entre la rinoplastia ultrasónica y la tradicional es el proceso posterior de la operación, lo que se conoce como postoperatorio.
El punto más crítico y decisivo de una rinoplastia es la fractura de los huesos nasales u osteotomía. En la rinoplastia ultrasónica, se emplea una especie de bolígrafo milimétrico que es el que se ocupa de esta tarea, a diferencia de las técnicas convencionales que recurren a escoplos y martillos, realizando esta labor de una forma algo más traumática y agresiva.
Con la aparición de la rinoplastia ultrasónica, no se rompen los huesos, sino que se cortan sin dañar en ningún momento los tejidos blandos ni los vasos sanguíneos.
El periostio es una membrana que envuelve al hueso y cuenta con numerosos vasos sanguíneos que mantienen esta estructura ósea en condiciones.
La rinoplastia ultrasónica requiere una habilidad extrema por parte del cirujano para conseguir los mejores resultados, sin poner en riesgo los huesos de la nariz y, por tanto, el aspecto de la totalidad del rostro.
Como se dispone del piezotomo ultrasónico y los huesos quedan más expuestos, se puede realizar una remodelación ósea al gusto del cirujano de un modo más preciso, lo que se traduce en una recuperación más rápida, indolora y segura, con mucho menor riesgo de inflamación, hematomas y dolores.
El piezotomo o “bolígrafo” que se emplea en la rinoplastia ultrasónica es muy sencillo de manejar una vez el especialista se acostumbra a su uso, simplificando la tarea de la eliminación de la giba o caballete, el enderezamiento de esta parte del rostro si se trata de una desviación.
A continuación, pasamos a analizar los diferentes puntos a favor y en contra de la rinoplastia ultrasónica frente al método tradicional y viceversa.
Las características propias de la rinoplastia ultrasónica son las siguientes:
Ventajas e inconvenientes de la rinoplastia tradicional
Los puntos importantes de la rinoplastia tradicional frente a la ultrasónica son los siguientes:
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